*Más de 60 locales de la Central de Abastos fueron objetivo de ataques por comandos de sicarios que rociaron con gasolina los puestos y les prendieron fuego.
*Fue un “mensaje” a todos aquellos comerciantes que se niegan a pagar “cobro de piso”
Redacción/La Opinión de México/Sol Quintana Roo/Sol Yucatán/Sol Campeche
Corresponsales Nacionales
Reportajes Especiales
Acapulco, Guerrero.- Decenas de locales de la Central de Abastos de Acapulco, Guerrero, fueron objetivo de ataques por comandos de sicarios que rociaron con gasolina los puestos y les prendieron fuego, durante la madrugada de hoy.
El balneario de Acapulco, motor económico y turístico del estado, es azotado por la violencia en los últimos años por grupos de la delincuencia organizada, quienes se dedican al narcotráfico y la extorsión.
El siniestro también alcanzó dos tanques estacionarios y provocó que estos explotaran. Los vecinos de la zona alertaron a las autoridades y para evitar que la situación empeorara, trataron de sofocar el incendio con ayuda de cubetas con agua.
Los puestos estaban construidos de lámina galvanizada, madera y herrería.
El siniestro fue reportado a las 12:10 de la madrugada, entre la avenida El Quemado y el bulevar Vicente Guerrero.
Bomberos municipales realizaron las labores para sofocar el incendio después de las 4 de la mañana, sin que se reportaran víctimas.
Hasta hoy por la mañana, las autoridades no habían dado un informe de víctimas, solo la pérdida de mercancía.
Fue un “mensaje” a todos aquellos comerciantes que se niegan a pagar “cobro de piso”.
Esta es la tercera ocasión que se provoca un incendio en la Central de Abastos en los últimos 5 años. Ocurre luego de semanas violentas en el puerto.
El pasado 8 de octubre del 2017, 35 locales también fueron quemados.
El hecho ocurre luego de tres días seguidos de ataques al transporte público.
El 8 de octubre, tres vehículos incendiados y cinco personas heridas por arma de fuego, entre ellas dos mujeres, fueron los daños registrados en Acapulco, que vive un repunte de la violencia del crimen organizado.
La violencia comenzó a incrementarse desde una semana antes del cambio de Gobierno.
Los hechos violentos comenzaron en la periferia de Acapulco, cuando un sujeto armado a bordo de una motocicleta disparó contra varios locales de un tianguis o mercado callejero, instalado en la colonia (barrio) Emiliano Zapata, que dejaron a cinco personas heridas.
Posteriormente un vehículo fue incendiado en la Acapulco-México y las primeras versiones apuntan a que hombres armados dispararon contra los ocupantes antes de prenderle fuego al automóvil.
Mientras que un segundo vehículo fue incendiado más tarde en un barrio cercano a la zona de hospitales del popular balneario.
El tercer incendio de un vehículo se reportó el jueves en el fraccionamiento Flamingos, quedando con daño total un autobús de transporte público que recorre la ruta la zona costera.
El vehículo fue incendiado luego de que sus propietarios se negaron a pagar una extorsión.
Hasta el momento, ni la Fiscalía General del Estado ni autoridades municipales o estatales se han manifestado sobre los hechos violentos en el popular balneario.
A fines de septiembre, la famosa discoteca Baby’O sufrió un incendio, provocado con combustible vertido al interior por un comando, hecho que las autoridades siguen investigando.
