*Su historial desde sus inicios en la década de los cuarentas del siglo pasado
*Desde 2020 el gobierno sabía de líderes narcos en Tamaulipas: todos siguen libres
José Sánchez López/Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo
Tamaulipas. – En julio de 2020, hace casi tres años, un listado con los nombres y direcciones de los principales líderes narcos de Tamaulipas: Cártel del Golfo, Noreste y Los Zetas, llegó hasta el equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador y hasta ahora, ninguno de ellos ha sido detenido
El documento, recibido por la oficialía de partes de la Secretaría de Gobernación y la oficina de Coordinación de Control, Gestión y Relaciones Públicas, incluyó carpetas de investigación, órdenes de aprehensión pendientes de cumplimiento y los nombres, apodos y direcciones de los principales cabecillas criminales de la entidad.
En la lista, citada por el periodista Héctor de Mauleón, figuraron líderes del Cártel del Noreste, Los Metros, Cártel del Golfo, Zetas Vieja Escuela y Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Uno de ellos fue César Morfín Morfín, alias “El Primito”, figura clave en la entidad. Morfín, de 37 años, es uno de los diez delincuentes más buscados en el estado e identificado como cabecilla de la facción Los Metros, escisión del Cártel del Golfo y aliada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“El Primito”, de acuerdo con las autoridades, opera en la zona sur norte de Tamaulipas: Camargo, Gustavo Díaz Ordaz y Miguel Alemán. La participación de éste habría sido clave para la entrada del Cártel Jalisco Nueva Generación al territorio.
Al líder criminal se le han detectado, al menos, cuatro domicilios en cuatro estados de México: Occidental 345, en la colonia Rodríguez, Reynosa, Tamaulipas; Ónix 202 y Paseo de las Rosas 74; en la ciudad de Colima; Mariano Otero 24, Libertad 106, Ramón Corona 13 y Privada Panteón 13 en Jalisco; y en Jaime Torres Bodet, 50, colonia Santa María la Ribera, en la Ciudad de México.
En septiembre de ese 2020, el gobierno de Tamaulipas ofreció una recompensa de dos millones de pesos a cambio de información relevante que condujera a la localización y captura de “El Primito”, pero el líder criminal continúa en libertad.
Otros líderes criminales que aparecen en la lista y que también están libres son: Ernesto Sánchez Rivera, alias “La Mierda” o “M-22″, y su hermano Héctor Sánchez Rivera, “El M-1″ o “La Mimi”, quienes ha sido identificados como los líderes del Cártel del Golfo en la ciudad de Reynosa.
Son operadores activos del Cartel Del Golfo facción Metros, que actualmente le pelean la plaza de Reynosa a ‘Mono’ METRO-36, organización de la que forman parte, tienen su base de operaciones en la frontera norte de México en competencia contra otras facciones del Cártel del Golfo, como son Los Escorpiones y/o Ciclones.
Dicha célula, según investigaciones periodísticas, fue creada por José Eduardo Costilla Sánchez, alias El Coss, ex mano derecha de Osiel Cárdenas, actualmente preso, con la intención de quitarle al Cártel del Golfo a la familia Cárdenas Guillén; pero también fueron creados para eliminar al Cártel del Noreste, así como a su brazo armado denominado “La Tropa del Infierno”.
El líder del Cártel del Golfo en Matamoros, Alfredo Reyes Macías, “El Kalimba”, también figura en la lista, así como Carlos Roel Collazo Rodríguez, “Chuy 7″ y Hugo Sánchez García, “El Ganso”, jefes del Cártel del Golfo en San Fernando. Uno de los domicilios de Reyes Macías fue localizado en Francisco I. Madero 1307, colonia Allende, Valle Hermoso, Tamaulipas.
También aparece el nombre de Carlos Alberto Guevara, “El P-90″, miembro del Cártel del Noreste, escisión de los Zetas, y cuyo domicilio fue ubicado en Río Verde 1131, colonia Ampliación Luis Echeverría, Ciudad Victoria.
“El P-90″ fue identificado por ser el responsable del asesinato de Tomás Charles Ortiz, coordinador de la policía estatal en Reynosa, Tamaulipas, quien fue ejecutado junto con su hermano por sicarios del Cártel del Noreste en el estacionamiento de una farmacia de Ciudad Victoria.
Las autoridades lograron aprehender a Alberto Guevara que poco después fue asesinado a cuchilladas en el penal de Reynosa. Uno de los líderes de los Zetas Vieja Escuela, identificado como José Antonio Reyna, con domicilio en Everardo de la Garza 110, en la colonia León A, Flores, Salinas Victoria, Nuevo León, fue otro de los incluidos en la lista, así como Pablo Misael Ramos, “Pantera 24″ y Andrés Zamora Casados, cabecillas del Cártel del Golfo en Aldama, Abasolo y Jiménez.
Sin embargo, uno de los personajes que cobra mayor relevancia y del que se dice que estaría detrás del secuestro de los estadounidenses, es José Alberto García Vilano, apodado La Kena o Ciclón.
La Kena ya es investigado por autoridades estatales y federales con el objetivo de determinar si está o no relacionado con el secuestro de los norteamericanos, según fuentes federales.
García Vilano es identificado como jefe regional del Cártel del Golfo. Se trata de una de los personajes supuestamente más buscados por las autoridades y un hombre que destaca por el nivel de violencia que emplea contra sus rivales.
El 11 de abril de 2022, la Fiscalía General de Tamaulipas publicó una ficha en la que se anunció una recompensa de 2 y medio millones de pesos. a quien aportara información para su ubicación y captura.
De acuerdo con el sitio BreitBart, La Kena logró pasar desapercibido al ocultar su identidad a través de otro nombre: Gilberto de la Rosa.
De acuerdo a información de SEDENA, obtenida a raíz del hackeo del colectivo Guacamaya, la hermana de García Vilano es Aidé Landaverde, identificada como una mujer que opera con recursos de procedencia ilícita a través de fondas y locales de comida en Matamoros.
HISTORIAL DEL CÁRTEL DEL GOLFO
No se puede precisar con certeza cuál es la organización criminal del narcotráfico más antigua de nuestro país, aunque podría hablarse de dos, ya que casi se crearon simultáneamente: el Cártel del Golfo y el que podría llamarse el Cártel de Chihuahua, aunque no se le conoció con tal nombre; ambos nacieron en la década de los ochentas.
En el primero de los casos, como fundador del Cártel del Golfo, figura un tamaulipeco, nacido en 1915, que abandonó su origen de campesino para convertirse en el mayor contrabandista de la historia.
Hablamos de Juan Nepomuceno Guerra, que nació en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, cuya fortuna y poder crecieron tras la implantación de la “Ley Seca”, en los Estados Unidos, cuando a la edad de los 25 años se dedicó de lleno a contrabandear alcohol a través de la ciudad de Brownsville, Texas, del Condado de Cameron.
Simultáneamente, al tiempo que introducía whisky a la Unión Americana, traía del vecino país toda clase de mercancía: ropa, perfumes, latería, aunque preferentemente enseres domésticos y de esa manera se convirtió en el primer y más importante “fayuquero” del fin de la década de los treintas.
Su imperio lo fundó gracias a sus contactos políticos, logrados a través de dádivas, agasajos y fiestones que organizaba para sus influyentes invitados a cualquiera de sus bares o cantinas de la ciudad fronteriza.
Por cerca de 40 años, fue considerado el zar del contrabando, actividad a la que invitó a sus sobrinos Juan y Humberto García Ábrego, quienes lo tentaron en múltiples ocasiones para que dejara el contrabando y se dedicara de lleno al narcotráfico.
Sin embargo no le llamó la atención dedicarse al trasiego de droga y a la edad de los 65 años, decidió retirarse del negocio y heredó su imperio a sus sobrinos Juan y Humberto.
Fue detenido una sola ocasión, acusado de contrabandista y narcotraficante, pero sólo permaneció unas cuantas horas tras las rejas, merced a sus contactos, y a que no le pudieron comprobar que estuviera vinculado al narcotráfico.
De esa manera, a principios de la década de 1980, Juan García Abrego tomó el control de la organización, colocando a su hermano Humberto como su segundo y mediante las conexiones hechas años atrás por su tío Nepomuceno, comenzaron a traficar droga, principalmente heroína y cocaína, con lo que empezó el crecimiento del Cártel del Golfo.
Por espacio de 16 años se mantuvo al frente del cártel, hasta que el domingo 14 de enero de 1996, fue detenido por agentes de la Policía Judicial Federal y deportado a los Estados Unidos, de acuerdo a su nacionalidad como estadounidense, nacido en el Condado de Palomas, Texas.
A la fecha, purga 11 cadenas perpetuas, sin recibir beneficio alguno, al negarse a ser testigo bajo protección de la DEA y delatar a sus ex compañeros, “yo no soy ningún soplón o traidor”, dijo en el transcurso de su proceso.
Un año antes, en 1995 su hermano Humberto, que si bien era hermano del jefe máximo, carecía de la dureza y el temple necesario para hacerse obedecer, fue detenido y llevado al Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde permaneció varios años
Cuando compurgó si condena, ya lo esperaban afuera del reclusorio varios agentes del entonces Instituto Nacional para el Combate a las Drogas y se lo llevaron detenido. Las órdenes dadas a los militares habilitados como Ministerio Público Federal, José Félix Name y Luis Rodríguez Rivera, eran fincarle otro proceso y enviarlo al penal de Almoloya.
No obstante, Humberto “desapareció” de dicho instituto y corrió el rumor de que se había escapado, incluso Name y Rodríguez fueron cesados, detenidos y se les fincó proceso, sin embargo tiempo después serían absueltos ya que se comprobó que Humberto había sido puesto en libertad por órdenes de un tribunal de alzada, al no haberle encontrado elementos inculpatorios.
Desde entonces, en 1997, Humberto desapareció del plano del narcotráfico y hasta le fecha se desconoce su paradero, aunque algunas versiones, no comprobadas, comentan que él es quien verdaderamente sigue al frente de la organización criminal.
Luego de la detención de los hermanos García Ábrego, quien quedó como jefe fue Oscar Malherbe de León y como su segundo, Salvador Gómez Herrera, “El Chava”; mientras que los hermanos Osiel, Antonio y Mario Cárdenas Guillén, no eran más que peones dentro del cártel.
Respecto a la liberación de Humberto, se dijo que se trató de “un canje”, ya que el 27 de febrero de 1997, poco después de la liberación de Humberto, Malherbe de León fue detenido por la policía y quien asumió el liderazgo fue Salvador “El Chava” Gómez.
No obstante, Salvador sólo estuvo unos cuantos meses al frente, ya que al principio de 1998, fue asesinado por su subalterno Osiel, que le tendió una trampa.
Osiel se había puesto de acuerdo con el licenciado Alberto Gómez, alias “La Chona”y el teniente y jefe de la UEDO en Matamoros, Jaime Rajid Gutiérrez Arreola, para entregar a su jefe, Salvador “El Chava” Gómez Herrera.
Y efectivamente, Osiel llevó a su jefe hasta el sitio de la emboscada, donde se produjo una fuerte balacera y “El Chava” quedó abatido por las autoridades antidrogas, sólo que en el programa hubo un pequeño cambio que Osiel decidió a última hora.
Liquidado su principal adversario por la supremacía del grupo, Osiel decidió que todos murieran en el operativo.
La versión oficial fue que “El Chava” había opuesto resistencia y tuvo que ser abatido, pero antes logró matar al abogado Gómez y al teniente Rajid, así como a una media docena de federales.
De esa manera, Osiel, al que apodaban “El Loco”, “El Patrón”, “El Viejón” o “El Padrino”, se ganó el mote de “El Mata Amigos”, ya que no dudó en asesinar a su protector, amigo y jefe para asumir el liderazgo de la organización.
Ya como líder, contacto a militares de élite del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) y convenció al teniente Arturo Guzmán Decena, de abandonar la milicia y formar parte de sus sicarios.
Junto con otros desertores, se unió al Cártel del Golfo y de gafes pasaron a auto llamarse “Zetas”, nombre que asumieron por el color azul zeta que solamente puede portar la máxima jerarquía de la milicia.
A ese grupo llegarían muchos otros gatilleros que fueron adiestrados por Guzmán Decena, apodado “El Zeta 1” y por otros desertores y fue así que el Cártel del Golfo se convirtió en la organización más poderosa del narcotráfico de la época.
Jesús Enrique Rejón Aguilar, “El Mamito”; Oscar Eduardo Guerrero, “El Winie Poo”; Jorge Ramos Espinoza, “El Rambo”; Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca”; Jorge Eduardo Cpstiñña Sánchez, “El Coss”; Raúl Alberto Trejo Benavides, “El Alvin”; Efraín Teodoro Torres,“El Chispa”; Omar Lorméndez Pitalúa, “El Mono Tonto”.
Sergio Enrique Tlapanco, “El Tlapa”; Raúl Castelán Cruz, “El Ñasca”, Mateo Díaz López, “El Comandante Mateo”; los hermanos Héctor Manuel, Gregorio y Adán Sauceda Gamboa, alias “El Karis”, “El Goyo” y “El Caramuela” y Ernesto Zatarín Beliz, “El Traca”, fueron otros de los militares que formaron el primer grupo de “Los Zetas”.
Posteriormente, engrosarían las filas de la organización más militares desertores y civiles, entre ellos los hermanos Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales, “El Z-40” y “Z-42”; Carlos Alberto Rosales Mendoza, alias “El Tísico” y Rogelio González Pizaña, “El Kelín”, quienes, sin ser militares, llegaron a ser igual o más sanguinarios que los mismos “zetas”.
Con ese ejército de asesinos, Osiel se convirtió en amo del narcotráfico, dejando a su paso una estela de violencia y muerte.
Por espacio de sete años se mantuvo en el poder, hasta que la mañana del 14 de marzo de 2003, luego de trabajos de inteligencia de más de medio año, fue sorprendido en un fraccionamiento de Matamoros, Tamaulipas.
Los sicarios del Osiel se enfrentaron ferozmente a las fuerzas federales y se produjeron tres balaceras y persecuciones a lo largo de casi una hora, hasta que finalmente lo detuvieron. En el 2007, fue extraditado a los Estados Unidos.
A diferencia de Juan García Ábrego que fue condenado a 11 cadenas perpetuas por no prestarse a delatar a sus cómplices, Osiel si aceptó dar información de sus compinches, por lo que le fue rebajada su pena a 25 años,
A la fecha lleva 22 años encarcelado en la prisión de USP Lewisburg. Su liberación está programada para el 07 de enero de 2024.
Tras su captura y extradición, quedó al frente Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, “Tony Tormenta”, apodado así por lo explosivo de su carácter, hasta que el 6 de noviembre de 2010, fue abatido por el Ejército.
Vino entonces una lucha interna entre los “zetas” y por temporadas fungieron como cabezas del cártel, entre ellos Jorge Eduardo Costilla Sánchez, “El Coss” y Heriberto Lazcano.
El primero fue detenido el 12 de septiembre de 2012 y un mes después, el segundo también fue muerto por las fuerzas federales, el 6 de octubre de 2012, aunque su muerte constituye todo un misterio, ya que
el cuerpo fue robado de una modesta funeraria, sin ninguna medida de seguridad, pese a la importancia del capo abatido, por lo que nunca se vio el cadáver.
Actualmente, no hay una cabeza visible, lo suficientemente importante, como para otorgarle la misma jerarquía que a sus antecesores, aunque se habla de muchos, entre ellos de La Kena, a quien, asegura la policía ya le sigue los pasos como presunto responsable del “levantón” de los estadounidenses.
Dos de ellos fueron ejecutados “por confusión”, según el gobierno de Tamaulipas, porque supusieron que se trataba de narcotraficantes haitianos.