*”El Jefe de Jefes” mencionó que se le realiza tortura psicológica, pues cada vez que está a punto de salir de la cárcel para llevar su pena en prisión domiciliaria, no se logra concretar la medida interpuesta por un juez federal
Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo
Jalisco.- La defensa de Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes” interpuso una tercera demanda contra tortura psicológica, esto tras todavía no efectuarse su traslado a una vivienda, luego que se le otorgara prisión domiciliaria, por lo que este proceso es el tercero en su tipo.
Se mencionó que los primeros dos amparos cuando fueron interpuestos se turnaron a los juzgados séptimo y octavo y luego ellos los enviaron a otros distritos especializados en materia penal, motivo por el cual se decidió emitir un tercer amparo.
La Fiscalía General de la República (FGR) propusó que el fundador del Cártel de Guadalajara fuera enviado a un centro federal de rehabilitación psicosocial (Ceferepsi).
El pasado 12 de septiembre, un juez federal concedió la prisión domiciliaria a Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como “El Jefe de Jefes”, luego que en meses anteriores informara que presentaba problemas de salud, sobre todo con su vista.
Gallardo presenta diversas situaciones que ponen en riesgo su vida, la más importante son los problemas de vista que presenta, sordez y neumonía.
El exnarcotráficante actualmente cuenta con 76 años de edad y ha permanecido recluido en el penal de Puente Grande, Jalisco, durante 32 años, cubriendo una sentencia de 37 años de prisión, la cual fue impuesta en 2017, por el homicidio del agente de la DEA, Enrique Camarena, a la que se suman los 40 años que recibió por tráfico de drogas.
El pasado 5 de enero, la defensa del también llamado “El Padrino” impugnó el pago de casi 21 millones de pesos que le obligó un juez pagar a la familia de Camarena, esto por el concepto de reparación de daños.
Durante el mes de mayo de este año, los abogados de Félix Gallardo promovieron un amparo para juntar las dos sentencias, de modo que se redujera el tiempo que el capo pasará en prisión; sin embargo, esto fue rechazado por las autoridades.