Redacción/La Opinión de México/Sol Quintana Roo/Sol Yucatán/Sol Campeche
(Quinta de siete partes)
Ciudad de México.- El escritor Andrés Henestrosa -había sospechado la tragedia-, acompañaba en su gira de trabajo al senador Gabriel Ramos Millán, Andrés adivinó que sucedería “no sabía qué”, cambió su boleto de avión por uno de ferrocarril y se fue mucho antes, un poco desconcertado, a tal grado que olvidó su pijama en el hotel de Oaxaca y ya en México, el día 26 durante la madrugada, soñó la prenda en un jardín. A las 14.30 horas, cuando se enteró de que el avión CMA no había llegado, se alegró por su corazonada.
Enrique J.Pawling, rotario, hermano del entonces subsecretario de Marina, Alberto J.Pawling, no quiso arriesgarse en el avión y discutió con su amigo, Alberto Canales, quien insistía en aprovechar el avión para evitar algunas incomodidades.
Enrique convenció a Canales e indirectamente también le salvó la vida al ingeniero Norberto Aguirre Palancares, a quien el senador Ramos Millán comisionó para llevar en camioneta a los influyentes personajes, como una atención al Club Rotarios. Pero, los rotarios ocuparon en la camioneta los lugares del fotógrafo español “Paco” Mayo y el reportero de El Nacional, Luis Bouchot Fócil, quienes abordaron el avión donde iba Ramos Millán.
El escritor Andrés Henestrosa acompañaba en su gira de trabajo al senador Gabriel Ramos Millán; adivinó que sucedería “no sabía qué”, cambió su boleto de avión por uno de ferrocarril y se fue mucho antes
No terminaban ahí las extrañas coincidencias: Bouchot Fócil había entrevistado a Blanca Estela Pavón, el 19 de abril de 1949, cinco meses antes, en el lujoso domicilio de la actriz. El azar volvió a reunirlos para siempre, en el vuelo 578, Tapachula-México, con escala en Oaxaca.
Por su parte, Francisco Mayo—en realidad se llamó Francisco Souza González—tenía predilección por los aviones, de hecho los había escuchado antes de nacer en España, pues su progenitora, África González de Souza, presenciaba una exhibición aérea cuando sintió dolores de parto y apenas llegó al sanatorio donde dio a luz.

Antes de cumplir 17 años, “Paco” era experto mecánico aviador, actividad que compartía con la de fotografiar casi todo lo que estuviera a su alcance, se convirtió en reportero gráfico estrella y en la guerra hispana captó el estallido de una bomba y por poco pierde un brazo, pero recibió un injerto y salvó la extremidad. Luego, rescató a sus familiares de sendas mazmorras y los trajo a México, donde adoptaron el nombre que los haría destacar más, “Los Hermanos Mayo”, quienes a lo largo de varios lustros plasmaron en 5 millones de negativos mucho de la historia relativamente contemporánea de México.
Otro caso: el famoso historiador Salvador Toscano Escobedo no sabía que encontraría en el DC-3 de la CMA a su cuñada y sobrinos, Lucrecia y niños Beatriz y Arturo Toscano Fuentes.
Un poco desconcertado, hasta olvidó su pijama en el hotel de Oaxaca y ya en México, el día 26 durante la madrugada, soñó la prenda en un jardín; A las 14.30 horas, cuando se enteró de que el avión CMA no había llegado
Cinco días antes del avionazo, Toscano declaró suponer firmemente, de acuerdo a investigaciones exhaustivas, que Cuauhtémoc nació por donde se construyeron después los portales de Santo Domingo, cerca de lo que fue más tarde el edificio de la Inquisición en México.
Resulta que el DC-3 cayó en los arenales sur del Popocatépetl, a las 13:40 horas del lunes 26 de septiembre de 1949, según los relojes de las víctimas y, la profesora Eulalia Guzmán, a las 13:43 horas del mismo día, extrajo de una antigua tumba, en Ixcateopan, Guerrero, una placa de cobre con la inscripción: “1525-1529. Rey.e.s.Cuatemo”.
La historiadora estaba segura de haber descubierto el sepulcro de Cuauhtémoc, quien según ella, «fue asesinado el 28 de febrero de 1525, martes de Carnaval. Y que la otra fecha significaba el año de entierro en una veta de amatista, donde se localiza ahora el templo de Santa María Asunción«.
